Si es la primera vez que vas a tramitar una tarjeta de crédito es importante que conozcas algunos conceptos para administrarla mejor. Maneja de manera correcta tu primera tarjeta de crédito para acceder a mejores líneas de crédito y otros beneficios.
Una tarjeta de crédito no es una extensión de tus ingresos, es dinero que tendrás que pagar, y funciona como un medio de pago que sustituye al efectivo.
Cuánto puedes pagar. Una tarjeta de crédito no es una extensión de tus ingresos, es dinero que tendrás que pagar, y funciona como un medio de pago que sustituye al efectivo. Para un buen uso del crédito te recomendamos que el monto que tengas que pagar de la tarjeta no exceda el 25% de tus ingresos mensuales. Para saber cuál es tu capacidad de pago, a tus ingresos descuéntales tus gastos fijos y ahorro, el restante, es tu capacidad de pago.
Compara. Es más fácil que te den una tarjeta de crédito en la institución en la que ya tienes una cuenta de depósito, ya sea para recibir tu nómina o algún otro producto, pero no debe ser el único factor para decidir qué tarjeta solicitar. Compara cuál es la mejor opción tomando en cuenta tus necesidades y tu capacidad de pago, así como la comisión anual, la tasa de interés y los beneficios y otros servicios que te ofrece la tarjeta.
Considera el CAT. El CAT (Costo Anual Total) es un indicador del costo total de todo tipo de crédito, por lo que es posible comparar el costo entre créditos, aunque sean de plazos y productos diferentes. Este concepto incluye el monto del crédito, los intereses, el IVA, las comisiones y cualquier otro cargo que deba pagar el cliente.
Compra bienes duraderos. Puedes comprar lo que sea con tu tarjeta de crédito, siempre y cuando la acepten en los establecimientos de tu interés, pero lo mejor es comprar aquello que sabes que vas a usar por mucho tiempo y que, por lo tanto, valga la pena comprarlo a meses sin intereses.
Más crédito. Después de un año de uso, y dependiendo de tu historial crediticio, el banco ofrece una extensión de tu línea de crédito. Antes de aceptarla, considera si tus ingresos crecieron a la par de tu crédito, si tus gastos fijos se han mantenido o, en todo caso, si ya eres un experto en administrar tus compras.
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